El jueves pasado fui a comer con unos amigos a Luzi Bombón, situado en plena Castellana en un sitio estupendo, y al que tenía bastantes ganas de ir. Pedimos sin piedad y nos dimos un buen homenaje; todo fue excelente, sin posibles pegas que sacar, pero lo cierto es que la impresión que me dio fue de estar comiendo en ikea, una experiencia prefabricada y perfectamente estudiada. El local es tremendamente agradable, muy luminoso (entra luz incluso a través de la cocina) y amplio de día. El servicio es bueno, y todos los platos que tomamos sin fallo, pero le falta algo de identidad. Los platos de la carta están puestos ahí porque es lo que la gente ha puesto de moda, pero le falta un toque de autor. El grupo Tragaluz ha conseguido abrir un restaurante estupendo, sobresaliente, pero en realidad es una más de sus «franquicias». No quiero con esta crítica quitarle mérito al sitio, porque fue una de las comidas que más he disfrutado este año, pero me faltó ese toque original o acogedor que solo algunos sitios consiguen.

Luzi Bombón se presenta como una brasserie moderna, un local de ambiente informal con comida de calidad. La carta es sencilla pero completa, pues cuenta con buenas carnes, buen arroz y buen pescado y algo de marisco. La carta de vinos es escueta y asequible, y el servicio agradable y bastante rápido.

Éramos tres y pedimos todo para compartir. De primera ronda tres ostras para cada uno, un poco de pan tumaca y tartar de atún con guacamole. Las ostras estupendas, muy carnosas y frescas. Desde el principio empezamos con vino blanco, un albariño de Marqués de Murrieta: Pazo de Barrantes 2011. Muy bueno, a 20€ la botella.

La segunda ronda fue una burrata con rúcula y un ceviche de pez limón. La burrata es un plato que me flipa, y en este caso estaba jugosa jugosa y generosa. La rúcula le daba un contragolpe amarguillo que le sienta genial. El ceviche quizá no sea la especialidad del sitio, pero probé un poquillo y también me pareció muy bueno, aunque no tanto como en algún peruano.

De segundos, para rematar, compartimos primero un chuletón fileteado para dos, y luego un arroz. El chuletón estaba muy bueno, con muy buen punto y sabroso, aunque no esperéis algo de la calidad de esos asadores vascos de los que puedes disfrutar en Madrid. El arroz muy muy bueno, de butifarra, setas y espárragos. El punto perfecto y con un sabor brutal. A mí los arroces que más me gustan son estos con una mezcla sabrosa de verduras y carne. La cantidad no era desbordante, pero tampoco nos importó…

El postre fue una sencilla tarta de queso para compartir, aunque debo decir que es de las que más me han gustado de las que yo conozco, pero eso ya depende de gustos. Lo primero es que tiene muuucha galleta, deliciosa y crujiente. El queso también delicioso y untuoso. Por último la mermelada de fresas casera, nada de esa compota industrial uniforme. Un 10!

Las copichuelas en este caso nos las tomamos en la terraza de Castellana DF, muy cerca de allí, pero por razones de puros. Luzi es también un sitio estupendo para ir de copas afterwork y por la noche.

web: http://www.grupotragaluz.com/rest-luzibombon.php

precio: 65€ a tutiplén, con solo un 15% de ello bebida.