Lo malo de ir a un sitio con las expectativas muy altas es que rara vez suelen cumplirse. Pues el restaurante Quique Dacosta es uno de esos sitios raros. Por mucho que te cuenten… ni te imaginas lo que te vas a encontrar.
Como intro, pues sólo decir que al restaurante de Quique Dacosta este año le han dado la tercera estrella Michelín. Actualmente en España, sólo hay siete restaurantes con tres estrellas Michelín. Así que está en lo más alto. Para quien quiera conocer más sobre la trayectoria de Quique Dacosta, en wikipedia tenéis una breve biografía. Además, en la red podéis encontrar infinidad de buenas recomendaciones y artículos en blogs nacionales e internacionales. Para no aburriros con enlaces y referencias, vamos a remangarnos y a entrar poco a poco en materia.
Comenzamos describiendo el local del restaurante. Tiene mucha luz y transmite sencillez a la vez que elegancia. Es un sitio elegante y sofisticado, como corresponde a su categoría, con ciertos aspectos rústicos como el techo de viga vista o el edificio de cal blanca que le dan un toque sencillo y campechano que te da muy buen rollo y relaja.


Al llegar, comienzas con los snacks en la zona de terraza. Eliges el sitio disponible que más te plazca y te acomodas antes de que te traigan el welcome pack. Es la primera vez que veo algo así y me parece una idea de 10. Consiste en una carpeta con los menús en un sobre, una intro curradísima del restaurante y su equipo, y tu libreta para tomar notas. Vamos que no te vas a aburrir. Chapó!!




Y aproximándonos ya al momento de la verdad, sólo mencionar que en el restaurante de Quique Dacosta, hay dos menús degustación. El primero es Universo Local donde vas a encontrar los platos más representativos de la trayectoria del restaurante. El segundo es Made in the Moon y está confeccionado con las novedades del 2013. Al ser nuestra primera visita, nos decantamos por el primero y ahora os vamos a intentar contar las sensaciones irrepetibles que nos dejó a lo largo de sus 6 actos (Snacks, Mesa de Salazones, Tapas, Nuestra mesa, Postres, y La Caja Mágica).
Así que tras los preliminares, ataros los machos porque aquí comenzamos con el carrusel. Son muuuuuchos platos y muchas fotos por lo que voy a intentar ser breve para que esto no se haga eterno. Vaya por delante que el nivel medio de los platos nos pareció de la leche. Brutal. Sin lugar a dudas es uno de los mejores restaurantes que conocemos, si no el mejor. Aunque está claro que algunos platos nos dejaron con la boca más abierta que otros.
1º Acto: Snacks
Comenzamos los snacks con el gin tonic de manzana acompañado de la rosa de pétalos comestibles. El gin tonic es una auténtica maravilla. Fresco y con mucho sabor para resetear y preparar el paladar para lo que se te viene encima. Visualmente, la rosa estaba perfectamente conseguida y es realmente una pena «deshojarla» pero al probarla se te van los remordimientos. Fresca y de sabor neutro, que complementa genial al gin tonic.

Tras romper el hielo, pasamos a un plato basado en las hojas y ceps de plantas del lugar. Lleva raíces de ceps (marrón en el centro), hoja seca de maiz, hoja de hierbas en escabeche (hoja verde central), hoja de kalachoe con perlas de maracuyá (hojas verdes de los laterales) y hoja de endivia con muselina de naranja (en la parte anterior y posterior del conjunto central). Sí, todo eso viene en el plato y es una mezcla de sabores y texturas divertida y sorprendente.

El plato anterior era curioso y servía como anticipo a los siguientes snacks que eran a cada cual más espectacular y extraordinario.

Empezamos con el Raïm del Pastor. Una raíz autóctona con muy buen sabor y realmente curiosa.

El segundo de los tres snacks es el tomate encurtido y el tomate seco encurtido. Presentación chulísima y realmente buenos.

Y dejamos para el final el que más nos gustó de los tres. Las piedras de parmesano. Y es que nos pareció genial por la originalidad, la presentación y sobre todo el sabor. Este snack lo tenéis que probar obligatoriamente. De las piedras que veis sólo son comestibles dos de ellas. Hay que andarse con ojo antes de hincar el diente.

Y como colofón del primer acto, otro snack para quitarse el sombrero. El liquen. Delicioso y ante sala perfecta para pasar al salón con ganas, incluso ansia, e ilusión por continuar con más dentro.

Antes de comenzar con el segundo acto, os comentamos nuestra impresión del salón. Éste no destaca por sus dimensiones. Techos bajos y mesas relativamente pequeñas y sin mantel. Con un aire informal que se completa con mobiliario minimalista y figuras modernas de Lladró por todo el salón. Una en cada mesa y más grandes por diferentes espacios de la sala.



2º Acto: Mesa de Salazones
Comenzamos con una foto del conjunto de platos que componen la mesa de salazones y después entramos más en detalle.

Empezamos con los salazones de bonito, mujol y pulpo seco. Muy buenos. En especial el pulpo seco.

Venían acompañados por unas cebolletas frescas encurtidas, me encantaron, y por un papel de salvado de cereales. Una lámina fina pero realmente sabrosa. Estupendos ambos acompañamientos y sobre todo el contraste entre los dos.


Y por último, el sobrecito de higo. Te metes el sobre tal cual en la boca y es puro higo. Supongo que estará deshidratado. Sabor muy definido para cerrar los salazones y la cebolleta encurtida.

A todo esto, ya habíamos comenzado con un vinazo en toda regla. Una botella de Abel Mendoza selección especial que el sumiller nos dijo que cuadraba perfectamente con el menú que habíamos pedido. La verdad es que el vino estaba estupendo y el servicio fue impecable. Midiendo perfectamente los tiempos. Cosa que en una comida tan larga es muy difícil y muy importante.
Y antes de comenzar con el tercer acto, nos trajeron tres aperitivos de parte de la casa que no entraban en el menú Universo Local y sí en el Made in the Moon. Y es muy de agradecer porque el pesto fue uno de los bocados que más nos gustaron de toda la comida. Este conjunto lo completaban unas navajas de órdago y un aperitivo de fresa con vinagre.



3º Acto: Tapas
La cosa iba de maravilla y cada vez más y más seria. Ahora venían las tapas. Ya con la primera, María 2012, me dieron en la línea de flotación. Y es que me encantan los bloody maries y la versión Quique Dacosta no se me va a olvidar. Es una especie de «cápsula» que te metes de una en la boca y que una vez dentro se deshace. Una auténtica delicia acompañada de su trozo de apio fresco.

A la par que el Bloody Mary sirven la Rocapedra. Un filete de pescado de la zona en plan sashimi. Fresco y muy sabroso. Además la hoja verde, que es autóctona, también se come y es lo más parecido al wasabi que me he echado a la boca.

Y en esta mano también tenemos el nido de golodrina. Una esfera de huevo con trufa deliciosa. Para comerse uno detrás de otro.

Y en otro vuelco diferente, nos sirvieron esta sofisticadísima tarta de manzana. Sabor ácido y bocado muy refrescante. Se agradece a estas alturas de los entrantes.

Y a la tarta la acompaña una empanadilla de remolacha y cangrejo. Muy buena. Suave sabor a remolacha. Y otra presentación realmente lograda. Como podéis ver, muchos plato vienen casi que en equilibrio sobre piedras. Los camareros podrían valer de equilibristas en el Circo del Sol porque todo llega en su sitio a la mesa.

Y la última entrega de este acto, consistía en una de las novedades de 2013, el taco mediterráneo. Parece simplote, pero es uno de los platos que más nos gustaron. Un taco sabrosísimo. Acompañado de una coca de dacsa que también estaba de maravilla. Con esto acaban el tercer acto con el nivel ya por las nubes. Y queda lo mejor.


4º Acto: Nuestra Mesa
Este acto es el principal y comienza con un plato que te deja boquiabierto. El agua de los tomates secos. Y es que cómo podéis ver, así de primeras, el contenido del plato es blanco. Pero el sabor a tomate es de lo más intenso que os podáis imaginar. Y la textura, totalmente diferente. Nunca has comido tomate de esta manera y por cosas como ésta son por las que merece la pena la visita.

El siguiente, pues otro platazo de palabras mayores. El cubalibre de foie gras con escarcha de limón y rúcula. Una pasada. Mezcla la potencia del foie con el dulzor de la capa de arriba de cubalibre. Y acompañado de un brioche excepcional.

Pero llegados a este punto, sirven el que sin duda es el plato más espectacular del menú: Bruma. Y lo llevan preparando desde 2003. Un plato de verduras preparadas con hidrógeno que crea la bruma que da nombre al plato. Os dejo la secuencia porque lo mejor del plato es cómo vas descubriendo el contenido poco a poco. A parte de que las verduras están en su punto y realmente buenas. Todo un espectáculo.






Y ya metidos en la traca final, es el turno de la gamba roja de Dénia hervida acompañada del Té de bledas. La presentación en plan regalo de alta joyería es tremenda. Y el té de bledas es una infusión de los liquídos del marisco realmente bueno. De un sabor muy definido y potente. Las gambas rojas están sencillamente de lujo.



El siguiente platazo fue los Salmonetes con incrustaciones de sus interiores al eucalipto. Lomos de salmonete jugosos a más no poder, sobre una hoja de eucalipto que le da una aroma extraordinario. Presentados en un papel, que los mantiene en su punto perfecto.


Y por último, para dar estocazo al acto, al menú y a nosotros mismos, el arroz sénia cenizas. Brutal. Otro plato para no olvidar y totalmente indescriptible, irrepetible e imposible de mejorar.

5º Acto: Postres
Bueno pues el primero de los postres era el Campo de cítricos. Plato chulo chulo y muy bueno. Ácido y fresco para rebajar lo que llevas hasta el momento.


Y el segundo y último, Leche es un postre ligero con leche en diferentes texturas. Sabroso y nada empalagoso.

Y sí, aquí acaban los postres. Y no os podéis imaginar de que manera agradecí que este acto fuese relativamente corto. La cantidad del menú es realmente generosa y con lo tomado hasta el momento era más que suficiente.
6º Acto: La Caja Mágica
Y como última sorpresa, la Caja Mágica. Una caja chula de madera rellena con virutas comestibles, creo, y que esconde tres delicias. Crocante de almendra, trufa al ron y la pepita de oro.

Conclusión: Pues yo creo que ya está todo dicho! Un restaurante que bien merece la pena planificar un viaje a Dénia o unas vacaciones enteras. Y si estás por la zona, y tienes posibilidad de acercarte… pues no te lo pienses dos veces. Eso sí, intentad reservar con tiempo que estaba hasta arriba.
Web: www.quiquedacosta.es
Perfil de Google Local
Ubicación:
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Borja, Miguel: Gracias por contar vuestra experiencia de una forma tan entusiasta! No hay mejor recompensa que un cliente feliz!
Una puntualización: El Menú del año 2013 se llama «Made in the Moon»
Un fuerte abrazo,
equipo de Quique Dacosta Restaurante
Actualizado!! Muchísimas gracias Andrea.