Muñoca, neotasca fashionista

Hace un par de meses estuvimos con un par de amigos en Muñoca, uno de los nuevos proyectos de Javier Muñoz Calero antes de que decidiera cerrar Tartán y abrir su sucursal en el Círculo de Bellas Artes.

Muñoca se define a sí mismo con neotasca y terraza. La parte de terraza es obvia, aunque tampoco es de las mejores de la zona, puesto que se encuentra en una especie de soportal (ocupa el local del antiguo Casa Valejo) y no es muy luminosa. La parte de neotasca es una forma de decir que ofrece las tapas y raciones de toda la vida, pero con un toque nuevo y moderno, algo fashion, que tanto se lleva ahora. Lo mejor es que los precios no están demasiado subiditos como podrías esperar quizá. El nombre, quizá hayáis podido daros cuenta, es una oda al nombre del chef y dueño.

Lo primero que me gustó fue la bolsa del pan, claramente identificada y llena de buen pan. Como primeros entrantes probamos la ensaladilla tartan, que me pareció buenísima aunque ración pequeña; y el foie en polvo de kikos, con pan bizcohado y gelatina de amaretto, que era de buena calidad y abundante, pero el sabor a kikos no nos gustó mucho a ninguno. Una pena.

Pedimos también el flamenquín relleno de torta del casa. Puede parecer muy simple, pero estaba realmente bueno.

Dentro de los fritos cayeron también las croquetas, de jamón ibérico. Todo un triunfazo también. Sabrosas y con la bechamel muy suave.

Y el último plato fue la tortilla de patata, semicuajada y con cebolla. Simple pero perfecta, en su punto.

Al postre, por supuesto también le dimos: Natillas con galleta, arroz con leche y una tarta de chocolate con lacasitos. Lo mejor las natillas en su tarrito!!