No me digáis por qué, pero creía yo que el restaurante Lágrimas Negras eran de esos en los que pasabas de 100€ por persona seguro. Pero o estaba totalmente equivocado, o han ajustado los precios debido a los tiempos que corren. Y es que su oferta gastronómica no puede ser más variada. Por lo que sea cual sea tu presupuesto, te recomiendo que pases a tomarte algo y conocerlo. Y si quieres sorprender a alguien, valora esta alternativa porque es muy buena. Sobre todo ahora en verano porque tienen una terraza realmente chula. En su página web, podéis encontrar el menú de tapas y el menú de platos más elaborados. Además, para los que seáis de pensar poco y dejaros llevar (como yo), ofrecen dos menús degustación, a 35€ y 45€, con una relación calidad precio muy competitiva.
Y todo esto en el hotel Puerta de América, un icono de vanguardia donde la terraza está chula, pero los salones interiores me gustaron más. Y si la cosa se anima, en la azotea te puedes tomar unas copas.
También es necesario mencionar la bodega. Y es que su sumiller, Juan Antonio Herrero ha sido galardona por quinto año consecutivo con el premio de Wine Spectator. Gracias a la cantidad de referencia que tienen y sobre todo a su variedad.

Empezamos la cena con un vermút y con un aperitivo de papas con mojo picón.
El siguiente aperitivo fue un salmorejo con albóndiga de ternera. El salmorejo muy bueno. La albóndiga estaba un pelín seca pero de eso se trataba. Que la empapases a más no poder.
Y de ahí pasamos a una milhoja de foie con manzana y ánguila. Tanto la anguila como la manzana le restan potencia al foie y es una preparación muy original, sabrosa y estupenda.
Y hasta aquí llegaron los snacks y aperitivos. La verdad es que están los tres muy buenos pero las patatas con mojo me pegan poco. Es decir, que creo que algo fresco sería más apetecible y pegaría mejor con un menú de este tipo.
Los platos principales comienzan con un risotto con parmesano y mejillones de roca y rape. Sabroso y con una presentación muy cuidada. Aquí ya empezamos a dar cuenta de una botella de Licinia 2009. Un vino de Madrid realmente bueno y a buen precio. Lo descubrimos por recomendación del sumiller del Club Allard y desde entonces lo pedimos cuando tenemos ocasión.
Y llegamos al pescado, unas kokotxas de bacalao para chuparse los dedos. Que fueron por lo que decidimos un menú en vez del otro. Y fue un acierto. Gelatinosoas, jugosas y muy bien acompañadas.
Para finalizar los principales, el pichón a la brasa. Preparado al punto, con un sabor suave y delicado. La verdad que el menú es asequible en cantidad y en tiempo. Es decir, que el servicio es muy atento y el menú no se demora más de lo normal.
Ya en los postres, empezamos con uno que no me convenció al 100%. Era una especie de mousse de queso con cereza. Un pelín empalagoso para mi gusto.
El siguiente postre, superó con creces al anterior y nos gustó mucho. Era un coulant de chocolate estupendo con un helado de plátano realmente bueno.
Y por último, los minardises. Muy elaborados y realmente excelentes. Un gran cierre para un menú degustación que hay que ir a probar.
Conclusión: Este hotel es uno de los sitios de Madrid que hay que visitar. Y no se me ocurre una excusa mejor que ir a cenar a Lágrimas Negras. Los menús me parecen muy completos y con una relación calidad precio muy buena. Si no lo conocéis, no dejéis de visitar este verano su terraza.
Precio: 60€ por persona
Ubicación:
Un comentario en “Lágrimas Negras – Menú degustación asequible, equilibrado y económico”