Hoy la entrada es sobre un sitio relativamente nuevo y lo comentaremos por duplicado, ya que tanto Gallego como yo (BorjaEugui) estuvimos este fin de semana.
Lakasa abrió el enero en Raimundo Fernández Villaverde y su creador se llama César Martín (aquí os dejamos un link a su biografía), que os recibirá y os atenderá estupendamente con su delantal de guerra. El local está decorado en tonos oscuros y es bastante resultón. También podéis seguir el blog de este restaurante o seguirlos en twitter en @R_lakasa.
(borja) El estilo del sitio es parecido al del Puerto Lagasca, en el sentido de que puedes pedir medias raciones de cualquier plato, incluidos los postres, aunque la cocina es más de mercado si cabe. Tienes la carta, ya de por sí muy apetecible y original, y luego te traen una hojita con 8-10 platos de temporada o incluso del día, los cuales yo creo que hay que aprovechar y probar, ya que no sabes si la próxima vez tendrás esa oportunidad. Otra singularidad encomiable es que tienes también unos 10 vinos diferentes por copas, de todos los colores y regiones, y a un precio estupendo! Yo opté por una caña grande al llegar para quitar la sed, una copa de Paco y Lola (2,90€), ese albariño tan simpático, con los mejillones y luego pasé junto con el resto de la mesa a Condado de Haza 2008, ribera del grupo Pesquera, estupendo y con muy buen precio (18€), del cual cayeron dos botellas y media.
(gallego) Durante la cena del sábado probamos el Ribera de Duero «de la casa», Terrible 2010. Aunque el nombre eche un poco para atrás, el precio no estaba mal (16€) y la verdad que el vino está bueno. Un poco fuerte para mi gusto pero nos vino genial para acompañar la hamburguesa y las carrilleras de cerdo con curry.
(borja) Nosotros fuimos cinco a comer por el día de la madre y pedimos para compartir los espárragos blancos de navarra a la plancha, la ensalada mixta de la casa, media de croquetas de calçots con romesco, media de cecina de waigu y una de mejillones al vapor con vino blanco y cebolla. A destacar sin duda los mejillones (haced barquitos!!) y las croquetas, hechas con leche de oveja. La cecina también me sorprendió porque estaba mucho más blandita de lo que es normal, y el sabor enorme.
(gallego) En la cena que nos dimos el sábado, también éramos cinco pero comimos muy poco. De hecho al llegar a casa tuve que recenar!! Para compartir pedimos las croquetas, los espárragos, el risotto de boletus y foie gras y la pizza de mojo picón. De los entrantes destacaría las croquetas (que son un must!!) y el risotto.
(borja) De segundo yo tomé dos medias raciones, para aprovechar la variedad. Primero media de tagliatelle con torreznillos y luego media de solomillo Wellington. La pasta estaba fresquísima y aldente. Solo recomendable para viciosos de la panceta! El solomillo fue algo espectacular, creo que lo mejor de la comida. Me parece que es un plato que preparó César exclusivamente para ese día e incluso iba él mesa por mesa con un carrito, tenedor de trinchar y cuchillo afilado en mano, sirviéndolo a los comensales. Nunca he probado uno tan rojito y jugoso y la cebolla caramelizada que lo acompañaba estaba de lujo.
Otros platos que probamos en la mesa fueron la raya desespinada al vino tinto, la hamburguesa de carne de la sierra de Guadarrama cortada a cuchillo, imprescinble y sabrosísima, con un punto extremadamente perfecto, y las vieiras, también buenísimas, aunque ese día no las pudieron acompañar de pez mantequilla, cosas del directo.
(gallego) En la cena del sábado, además de la hamburguesa pedimos las carrilleras de cerdo. Y a mí me gustaron incluso más que la hamburguesa y si te pones a comparar hasta más que las de su vecino el Sudestada!
(borja) De postre yo tomé la panacotta de pimienta de Sechuan, aunque la estrella fue sin duda la crema catalana, desbordante.
(borja) Para terminad aprovechad y hacedlo con una buena copita. Yo lo hice con un Beefeater-schweppes (8€), aunque por algo más tienes cócteles más exclusivos. (gallego) El sábado le dimos a los gyns de Xoriguer (ginebra mallorquina) y al Belvedere (13€) una pena que no tengan Grey Goose.
A destacar por último el servicio; todos los camareros estupendos y muy atentos, con César como gran director. Aunque tardaron un poquito más de la cuenta en tomarnos la comanda, luego la velocidad en traerla lo compensó con creces.
Precio: 25€ cena, 40€ comida, más la copa, dependiendo de la gula del momento.
Web: http://lakasa.es/
Yo sin duda volveré todo lo que pueda, porque me impresionó la calidad y la variedad, y me encanta poder probar cosas nuevas en cada visita.