A ver si soy capaz de trasladaros el pedazo de fin de semana que pasamos por Orense. La verdad es que me he extendido bastante pero os recomiendo que aunque no os queráis leer la chapa… por lo menos vez las fotos para que os hagáis una idea de los manjares de la zona y os animéis a ir para allá.
De primeras ya pintaba bien porque fuimos a una boda de un amigo que se casaba en el Parador Monasterio de Santo Estevo. La bomba de sitio. Una pasada pero es muy recomendable llegar de día, que la carretera para llegar desde Orense es de aupa.
Llegamos al Parador con la hora justa para cenar y con un hambre de la leche así que nos bajamos al restaurante y cuando empezamos a ver el nivel de los platos que se marchaban, la cosa nos empezó a gustar mucho. De entrante pedimos un pulpo a la parrilla buenísimo de sabor aunque alguna parte era un poco más fibrosa. Pero realmente bueno. Y el pan… pues de diferentes tipo a cada cual mejor. Ahí os dejo un par de fotos.


Y cómo estábamos fuertes, pues yo me pedí un poquito de cordero asado y Carol solomillo de ternera con setas. Ambos espectaculares.

Y todo acompañado de una buena ensalada que se agradece. Sobre todo si tiene esta pinta.
Y por último un filloón con helado de castañas. Esto si que no nos lo pudimos acabar.
Después de este homenaje, durmimos como niños y al día siguiente nos levantamos y nos cogimos el coche para ver los miradores al Sil de la Ribera Sacra, que hacía un día estupendo. Carreteras por las que da gusto conducir. Os dejo un par de fotos.



Y después del último monasterio, ya teníamos hambre y nos metimos, de coña, en un sitio espectacular. Se llama A Mirada Maxica y es de flipar. El sitio está más o menos por la zona de este link. La carta sencilla, unos cuantos entrantes con productos de la zona como las castañas y después carnes y pescados. Preguntamos por el chuletón y nos dijerón que eran de 1,500 gr. y que estaban muy buenos. Así que encargamos uno y lo acompañamos con una ensaladita y para de contar. Aquí os dejo una ristra de fotos para que apreciéis la magnitud del amigo.




Os dejo un par de fotos de la parrilla donde los preparan y otro chuletón para que veáis que son fieles a su garantia de que te vas a comer un buen chuletón.


Y de ahí, a dormir una siestaza para dejar trabajar al estómago y coger fuerzas para la boda.
La boda realmente increible. Si te vas a casar busca cualquier excusa para hacerlo en este sitio. Emplazamiento ideal y comida espectacular. Y además, bastante bien de cantidad nada realmente exagerado.

Y a la mañana siguiente, otro día de tiempo espectacular que lo celebramos desayunando una cerveza y una tapita de pulpo de pulpeira típica típica.


Conclusión, fin de semana para recordar por siempre jamás!!
Estás hecho un jefe! Qué pedazo de chuleta! Tenemos que ir.