Aunque ya hablé de él brevemente hace tiempo en un artículo, quería volveros a hablar del que es mi sitio preferido en Oporto, y cada vez el de más gente. Si vais a Oporto y de verdad os gusta comer, cogeros el coche o un taxi y acercaros hasta O Paparico, siempre con reserva previa. Tendréis que alejaros un poco del centro, pero merece la pena sin dudarlo. Y tened también en cuenta que solo abre para cenar.

El dueño de O Pararico se llama Sergio y es un auténtico genio. Es simpático, amable, ingenioso, fantástico cocinero y un magnífico empresario, porque sabe lo que el cliente quiere y valora y te lo da con creces. Cuando vayas un par de veces al O Paparico se acordará de tu nombre, en qué mesa cenaste la otra vez, qué vino pediste… Es una persona que se desvive por sus clientes y por su criatura, que es su restaurante, pues si hablas con él un poco verás que cada cosa que tiene en la carta está ahí por algo, y le ha puesto todo el mimo del mundo. Recuerdo su cara del día en que le dije que su carne estaba tremenda y tenía un sabor exquisito, y me contó que se había comprado una cámara de maduración de carne, para macerarla un poco y estaba encantado de que su esfuerzo se reflejara en el gusto de los clientes. Según su web, un paparico es tanto una caricia o gesto amable hacia alguien querido, como un manjar sabroso y delicado, y esas dos cosas al mismo tiempo serán lo que encontraréis al ir a O Paparico. Pero basta de charla, vayamos al grano. Os advierto que las fotos son de dos cenas distintas.
Os recomiendo que si vais a cenar, mientras esperáis que os sienten o a que lleguen el resto de comensales, os toméis un cóctel junto a la barra de la entrada, sentados en el sofá de la chimenea. Los daikiris y los margaritas que preparan son algo espectacular.
Y una vez que te sientas comienza lo bueno. Según llegas tienes todos los entrantes fríos de la carta desplegados sobre al mesa, muy al estilo portugués. De couvert, unas aceitunas muy buenas, pan y aceite de oliva.

De los entrantes descartamos el presunto, la ensalada de pulpo y el queso de Azeitao. El queso otras veces lo hemos cogido y está muy rico, suave y cremoso, pero esta última vez nos íbamos a centrar más en los segundos y queríamos llegar al postre. Sí nos quedamos siempre con la terrina de ternera arouquesa con salsa de oporto. Viene con forma de esfera y el sabor conjunto de la terrina, la salsa y las semillas de hinojo es magnífico. Viene con tostadas para untar.

Otro entrante que tomamos, que también nos encanta es la ensalada de bacalao, que viene un poco macerado en aceite, perejil, cebolla y acompañados de unas tostitas de pan de maíz. Otra delicia.

En O Paparico muchas veces cuando llego me tomo una cerveza helada o bien el cóctel. La última vez nos ofrecieron un espumante portugués que estaba realmente rico e iba muy bien con los aperitivos. De segundo casi siempre nos dejamos llevar por Sergio que nos recomienda excelentes vinos. Hemos probado ya los de la casa, tanto tintos como blancos, unos Dao muy muy ricos, y esta última vez después del espumoso nos ofrecieron tomar una copa de blanco con el pescado y una de tinto con la carne. Nunca hicimos mejor.
De los entrantes calientes la otra vez tomamos unos bolinhos de bacalao, que son muy típicos de Portugal y pueden estar muy buenos. Los de O Paparico eran excelentes y vienen con espinacas y un quesito.


De todas formas para nosotros los entrantes estrella del restaurante son la alheira, de la cual no tengo foto y es un rollito de carne de caza ahumada, y las vieiras a la parrilla, con mantequilla de coral. Las vieiras merecen muchísimo la pena. Se pueden pedir una por persona o cada dos, ya que son muy hermosas, y son un bocado de placer. Suavísimas y muy regordetas. Un luzajo.

De segundo hemos pedido ya un par de veces el arroz de rape, que lo hacen tremendo. Es caldoso y lleva mucho mucho mucho más rape y langostino que arroz, lo cual es la leche. Luego el arroz está riquísimo también, pero ojo que lleva un saborcillo insistente de fondo a cilantro, otra hierba que aman los portugueses. En la carta de pescados hay también bacalao al horno, del que te ponen una ración gigantesca y muy hermosa, y pulpo al horno. En O Paparico todos los segundos son para dos personas, así que intentad ir yendo pares…

De carnes hay cerdo negro, entrecot con salsa de setas y alguna cosa más, pero lo más rico y más impresionante con diferencia es el solomillo de ternera arauquesa. El solomillazo, vaya. Es un solomillo del que pueden comer 2 o 3 personas, en su punto perfecto, rosita por dentro y tostado por fuera, asado y presentado en una bandeja caliente con aceite y patatas. Creedme que probaréis pocas carnes tan deliciosas y tiernas como esta. Merece toda la pena. Para los que os guste un poco más hecha lo podéis pedir así, o si tumbáis la carne un rato contra la bandeja, se hará un poquito más, ajustándolo como queráis.


En O Paparico siempre te traen un prepostre mientras esperas el postre de verdad, lo cual está genial.


Yo el otro día pedí el helado de helado de vainilla con bizcocho de mantequilla y estaba tremendo, en su perfecto punto de untuosidad. Lo único es que hubiera gustado de una bola más!

Carmen le preguntó a Sergio que qué estaba mejor si la tarta de limón o la fruta con zumo de limón, y él le dijo que no se preocupara, que le hacía un postre especial para ella mezcla de los dos. Y la combinación estaba genial!

Otro día pedimos el requesón, que viene con el helado y galleta. Un pasada.
Y como podéis ver, en O Paparico se estilan los buenos gintonics. Le pedimos a Sergio que nos pusiera tres, a su gusto, y como véis preparó tres diferentes, con sus copas, hielos y acompañamientos a juego. En uno de ellos echó un spray de limón que le dió una aroma que te impregnaba la nariz cada vez que bebías. Un paraíso de sensaciones!

Bueno, yo creo que ya os habéis hecho una idea de cómo es O Paparico. Es un sitio en el que te tratan como en tu casa, comes como dios y además te sorprenden cada vez que vas. Cada vez que yo he estado, me he ido pensando en la próxima vez, y ya estoy deseando de nuevo.
Precio: 35€, sin copas ni cócteles.
Web: opaparico.com
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Localización:
Borja tío, sencillamente espectacular. Esa vista que tenemos pendiente desde hace tiempo… cada vez se va haciendo más necesaria. Hay que conocer al gran Sergio lo antes posible!!
Cuando quieras, elegid un finde ya después de Navidad!