Sitio bonito donde los haya, romántico, especial, para un aniversario o una pedida de mano. Servicio atento y amigable, con música en directo de violín en alguna de las salas.
La Capilla de la Bolsa – Entrada principal
Fuimos para darnos un homenaje en toda regla. Está a espaldas de la puerta del sol, entre la Plaza Mayor y la calle Huertas. Si vais en coche, recordad que si aparcáis en el parking que hay debajo de la Plaza Mayor tenéis dos horas de parking gratuito.
La Capilla de la Bolsa – Salón principal
Como aperitivo de la casa nos pusieron croquetas de jamón y unas aceitunas. Las croquetas estaban muy esponjosas y ricas de sabor.
La Capilla de la Bolsa – Aceitunas, Croquetas, Martini y servicio de pan
Los entrantes eran al centro para compartir entre dos. Daditos de Foie, que iban acompañado por gelatina de gin-tonic. El contraste era muy bueno y si se comía solo la gelatina se podía apreciar el toque de gin-tonic. El paté estaba en su punto, durito, y el pan estaba caliente y también muy bueno.
La Capilla de la Bolsa – Daditos de Foie.
El siguiente plato fue unos Chipirones rellenos de morcilla. Una mezcla un poco rara a priori pero muy buena. Eran chipirones pequeños en su tinta, pero con sorpresa. En lugar de estar rellenos de sus tentáculos, llevaban MORCILLA! La verdad que es un plato innovador pero que merece la pena probar.
La Capilla de la Bolsa – Chipirones rellenos de morcilla
los principales ya fueron raciones individuales. El primero Lasaña de Bogavante. Se puede resumir en una palabra: ESPECTACULAR. Una lasaña estupenda con una colita de bogavante a la plancha que estaba muy rica.
La Capilla de la Bolsa – Lasaña de Bogavante
Por otro lado, el Rodaballo Asado que iba acompañado con una salsa de espárragos verdes. Las yemas de esos espárragos estaban a la plancha sobre el pescado. El rodaballo estaba en su punto jugoso y tierno, también era un espectáculo.
La Capilla de la Bolsa – Rodaballo Asado
Por último los postres, que también pedimos para compartir. Empezamos con el Manjar de Chocolate que es especial para los enamorados del chocolate blanco. Mousse de chocolate blanco con una base de galleta y coronado con finas virutas de chocolate blanco. A pesar de ser todo chocolate blanco, no era pesado ni empalagoso.
La Capilla de la Bolsa – Manjar de Chocolate
Y para acabar la velada nos ofrecieron un chupito de wishky caramelizado y unos bombones de café. Este chupito nos encantó y, como el lógico, nos recordó al vodka de caramelo. Los bombones estaban también muy ricos.
La Capilla de la Bolsa – Postres de la casa
De bebida pedimos vino blanco, en este caso un albariño, Tierras Gaudas, sabor afrutado y muy suave.
La Capilla de la Bolsa – Tierras Gaudas
Coste final: Fueron unos 72€ por persona.
Página web: http://www.lacapilladelabolsa.com