La calle Ventura de la Vega está genial. Es un muy buen recurso si visitas Madrid, quieres comer cerca del centro y no tienes realmente claro que clase de comida te apetece. Tienes desde restaurantes de comida tradicional como Hylogui, hasta vegetarianos como Artemisa , la Arrocería Marina e incluso el restaurante peruano El Inti de Oro. Así que independientemente de lo que te apetezca comer, ve directamente a esta calle en la que la variedad de restaurantes es realmente buena y por narices vas a encontrar algo que te cuadre.
Y si lo que buscas es cocina casera realmente buena, en un sitio chulo, recién estrenado y con buen servicio, pues tienes que visitar el restaurante El Apartamento. Si eres madrileño, este es de los sitios que tienes que conocer porque es un restaurante comodín por si vienen visitas y quieres quedar realmente bien. Es comida casera un pelín renovada para darle personalidad. Aquí os dejamos su carta con los precios, para que os hagáis una mejor idea.

Y sin más, nos metemos en materia. Comenzamos con unos entrantes a compartir entre 5 personas. El primero son una ración de sus estupendas croquetas. Nos las habían recomendado tanto Ana de Food Storming como Jose de Feltman’s Hot Dogs y la verdad es que están buenísimas. Probamos las de temporada que a fecha de hoy son las de bacalao con pimientos de piquillo. Realmente buenas de sabor, textura fina y de tamaño asequible. La ración completa son 10 croquetas pero puedes pedir media. Las Croquetas El Apartamento, que es como las encontrarás en la carta, hay que probarlas si o si.
A la vez, probamos su ensaladilla rusa con carpaccio de pulpo. También estupenda. Es una ensaladilla que se sale ligeramente de lo tradicional porque trae alcaparras y creemos que un ligero toque de mostaza. Y claro con el toque de lujo del pulpo que es lo que realmente le aporta valor. Por ponerle alguna pega, la ensaladilla la sirvieron un poco más fría de lo que a mi me gusta.
Y como último entrante, un guisito a compartir. Unos callazos de categoría. Extraordinarios. Fue de lo que más me gustó de la comida. Mi padre también les dio su visto bueno y él es bastante más exigente que yo. Unos callos a la madrileña que hay que pedir obligatoriamente.
Los platos principales os los presento de menor a mayor flipamiento. Pero vamos que todos se dejaban comer con mucho gusto. El primero fue el bacalao con tomate. Muy bueno, con un tomate suave nada ácido, pero no me pareció un plato fundamental para una primera visita. Después el laminado de atún rojo sobre salmorejo. Mezcla original y muy buena opción si quieres comer pescado. Sobre todo si antes le has dado duro a los callos.
Y ya empezamos con los que me convencieron al 100% y os recomiendo que no dejéis escapar. El primero, el risotto con setas y trufa. Excelente sabor, ración generosa y que rebañas hasta el final está 100% garantizado.
El siguiente, la perdiz escabechada. Y digo bien con «LA PERDIZ» porque es una pieza entera. Con un escabeche suave y generoso en verduras. Y la perdiz cocida en su punto. En este caso, lo que están garantizadas son las sopas en el escabeche.
Terminamos con el que para mí, junto con los callos, es un plato imprescindible. La carrillera de ternera glaseada. Copín, copón y copete que cosa más buena. La carrillera tierna, sabrosa y el glaseado hace que sea una delicia. Acompañada de un puré de patatas que le va como anillo al dedo. Lo dicho, pedidlo y ya me contaréis que tal.
Y por último pedimos postres, café y alguna copa. Todo a la vez que ya íbamos siendo de los últimos en el restaurante. Los postres que pedimos fueron la torrija con helado, la tarta de tres chocolates y la tarta de queso. Los tres postres muy buenos pero no me parecieron tan destacables como el resto de la comida. Si tengo que elegir entre las tartas… me quedaría con la de queso. La torrija triunfó pero era un pelín pequeña.
Conclusión: Un sitio genial para ir a cenar con amigos. Comida estupenda, local chulo y muy buen servicio. Los callos y las croquetas me parecieron estupendos. La ensaladilla muy buena pero la sirvieron demasiado fría para mi gusto. De los segundos, a destacar las carrilleras de ternera, el risotto y la perdiz en escabeche (que es una perdiz entera). Los postres fueron lo único que me parecieron más normalitos. Os recomiendo pasar a las copas que sí que las ponen de maravilla. Y echar la tarde tranquilamente que el sitio se presta a eso.
Precio: Un poco más de 30 euros por persona.
Ubicación: