Hace una semanillas volví con mi padre y mis hermanos al restaurante italiano Alduccio, que es uno de los mayores referentes en cocina italiana de Madrid, tanto por su calidad como por su solera, ya que lleva varias décadas frente al Bernabeu, con su estupenda terraza de verano y su interior un poco recargado de fotos con todos los famosos que han pasado por allí durante estos años. Su carta, además, no atiende a modas pasajeras y lleva ofreciendo la misma calidad desde siempre. Tiene además una sección de recomendaciones del chef que sí va cambiando de vez en cuando, con lo que sí encontraréis cierta variación que también es buena.

El servicio es magnífico, con camareros expertos y mesas cómodas con manteles y servilletas de tela. Es un poco más caro que el italiano medio, pero se entiende porque ofrecen calidad. Empezamos con unas cervezas y unas aceitunas y parmesano en lascas como aperitivo. Cómo me gusta ese queso! Tras eso pedimos un Viña Salceda de 2008 para acompañar la comida, y cayeron dos botellas.

Como primeros pedimos dos pizzas para compartir. Como podéis ver la masa no es de las más finas, pero está estupenda, muy crujiente y sabrosa.

La segunda pizza fue una calzone, muy sencilla, solo con huevo y jamón de york, pero a la vez mi calzone favorita de Madrid, súper suave.

De segundo mi hermano pidió unos tortelloni rellenos de calabaza, estupendos y la pasta de la mejor calidad. Mi padre también pidió pasta, unos fetuccine Alduccio, con mantequilla, crema y parmesano. Tan simples como exquisitos.

Yo ese día quería probar algo nuevo, y me pedí el ossobucco, que me pareció espectacular. Uno de los mejores aciertos de los últimos tiempos. El ossobucco (hueso hueco) es un corte transversal del jarrete de ternera, asado hasta que la carne se queda tiernísima. Cubierto de salsa de tomate, una delicia.

Mi hermana probó la lasagna napolitana, con salsa de carne, bechamel y mucho parmesano. Estaba muy rica, pero no me parece el fuerte del sitio.

Al llegar al postre estábamos llenísimos, así que nos conformamos con compartir una panna cotta cubierta de chocolate y tras eso un gintonic rico. La panna cotta me gustó mucho, pero no está tan buena como el tiramisú que tienen.

En resumen, si buscas un sitio nuevo y fashion, el Alduccio no es para ti, pero si buscas la mejor cocina italiana tradicional y buen servicio, no puedes pasar sin cenar una noche en Alduccio, sobre todo en su terraza cuando hace bueno.
Precio: 38€