Bueno, después de unas semanas de descanso vamos a volver al lío, que es lo suyo. Antes de volver a Madrid haremos un paseo por los cuatro puntos cardinales de la península… Hoy toca San Sebastián, Donostia, donde cenamos en Navidad en una de las tascas de la parte vieja donde mejor se come: La Viña.
Este sitio lleva muchísimos años ofreciendo el mejor producto tradicional sin distracciones ni tonterías. Su carta es muy sencilla y su producto el mejor. Tiene un comedor relativamente pequeño y una barra tampoco demasiado grande, pero repleta de buenos pinchos y vinos. Nosotros este día no cenamos en exceso, ya que llevábamos, como siempre, un buen historial de comilonas esos días.
Empezamos con el aperitivo de la casa, un cono de queso crema y anchoa. Puede parecer raro o empalagoso, pero tiene un punto tremendamente bueno, gracias al contrapunto de lo cremoso del queso con lo salado de la anchoa. El pincho, de hecho, tiene algún premio reciente.

También para el centro pedimos un pincho de tortilla de la barra. Vino un poco rota, pero nos dio igual. El punto y el sabor no tenían pero, totalmente perfectos, así que cayó en dos momentos.

Yo tomé de segundo unas alcachofas frescas, que ya veis que tienen una pinta brutal. Asadas, con un poco de aceite y acompañadas con buen jamón y un huevo escalfado. Pura delicia.

Mi hermana pidió el chipirón a la plancha. Abundante, viene ya bien cortado y el punto y el sabor de nuevo perfectos. Ya veis que el plato viene sin distracciones. Buen producto y ya está.

Mi hermano se tomó un entrecott con patatas. Punto perfecto y las patatas tremendamente buenas y bien fritas. Si las cosas están buenas, por qué complicarlas?

Y de postre, la reina de la casa, la tarta de queso al horno, por la que es famosa La Viña, a pesar de que todo lo demás que tiene, en realidad es igual de bueno en comparación.
- Tartas de queso (foto de Tripadvisor)
Podéis ver que no es una tarta de queso estilo NY Cheesecake, sino más bien tirando a la quesada, sin mermelada por encima y sin galleta por debajo. Al corte ya veis que es muy jugosa, nada en comparación con otras quesadas que son entre bizcocho y pudin. Y el sabor… es de otro mundo. Ese punto cremoso, dulce y algo tostado… A mí me flipa. Iría allí todos los días si viviera cerca. La ración además es generosa, y ya veis que con 2 raciones comen cuatro sin problema, y no simplemente probando un par de cucharadas.

De beber tomamos cerveza y agua. Como veis fue una cena sencilla pero no pudo ser mejor. Son estas veces en las que te das cuenta de que cuando las cosas son buenas y se hacen bien, no hace falta demasiada complicación en la elaboración ni buscar la quinta derivada fusión… Y estas cenas son, además, bastante más ligeras que otras.
Precio: 25€
Web: N/A
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Tiene pintaza y un precio muy bueno… Tendremos que ir Gracias por la recomendación ))