Desde que probé su croqueta de cocido tenía ganas de volver a la Gastro-Croquetería de Chema Soler pero a probar alguno de sus menús degustación. Me habían comentado que merecían muchísimo la pena y que la relación calidad precio (26€ por persona) era realmente buena. Y la verdad que se quedaron cortos. El sitio está genial en todos los sentidos. Local chulo y bien ubicado, servicio excelente y comida y vinos estupendos con, como os decía, una relación calidad precio genial. Aquí os contamos en qué consistió el menú, pero estamos deseando volver para centrarnos al 100% en probar su oferta exclusiva en croquetas.
El local está dividido en dos zonas: La Factoría de Tapas y el Atelier. Las dos zonas están muy bien decoradas si bien la factoría de tapas es un poco más desenfadada y más colorida mientras que la zona de Atelier es más formal y neutra.
Como os decía la carta de vinos es variada y original. Proponen que elijas el vino según el tipo de evento que estés celebrando o tu perfil. Los vinos están bien de precio y son referencias que se salen un poco de lo normal.
Y comencemos con el menú de Tapas Selectas. El aperitivo fue una brandada de bacalao con quisquilla, un guiso de tomate y salicornia, que es el pequeño espárrago que podéis apreciar arriba. Un aperitivo muy elaborado y rico en el que la quisquilla y la brandada se complementaban muy bien.
La primera de las tapas fue una de las mejores. El ravioli de huevas de trucha con crema de espárrago blanco e Idiazabal y tacos de salmón ahumado. El ravioli es una delicia y la crema es realmente sabrosa . Para nosotros fue uno de los mejores platos de la cena.
El siguiente plato fue el turrón de foie con espuma de almendra frita y confitura de higos. También muy bueno. Destacando la suavidad del foie, lo bien acompañado que estaba con la espuma de almendra y la moderada cantidad del plato.
Del foie pasamos al boletus. Este plato era una royal de boletus acompañada de su croqueta y láminas de parmesano. La royal estaba exquisita. Muy sabrosa y fina. Y la croqueta, pues de maravilla. Es la especialidad de la casa. Masa perfecta y sabor suave. Realmente buena.
Llegado este momento, ya dimos el salto a dos platos de carne más contundentes. Comenzamos con una especie de raviolis de rabo de toro que estaban de muerte. Los acompañan con un tomate seco que le da un toque chulo de color y de sabor. Y por encima de todo, el jugo del rabo de toro. Denso y sabroso. Vamos, para haberle echado unos fideos y ya está. Eso sí, por penerle algún pero al plato, el punto de la pasta del ravioli en sí me pareció un pelín duro. Pero vamos, una tontería.
Y ya para finalizar con el menú, la presa de jabalí cocida a baja temperatura en su jugo y con unos brotes de brocolí. Una delicia. Una carne estuepnda. Con un sabor suave y muy elegante, sin una pizca de grasa. Y la verdad que el toque de hacer a baja temperatura hace que disfrutes de esta carne de primera al 100%.
Bueno habéis podido ver que aquí todo es cosa rica. Y como no podía ser de otra manera, el postre no se queda atrás. Realmente bueno y original. Es el postre que presentó en el Concurso Cocinero del Año – 2014. Una crema de enebro con un helado de curry, que es de los helados más buenos que he probado, algodones de chocolate blanco y tamarindo. Una pasada.
Así que nada. Espero que os animéis a conocer este sitiazo que de verdad que merece la pena. Y si no os fiáis de mi, que es bastante lógico, aquí os dejo un resumen de las valoraciones.
Google Maps: 4,2 sobre 5 con 17 opiniones.
Yelp: 5 sobre 5 de 2 reseñas
Tripadvisor: 4,5 sobre 5 de 83 reseñas.
Precio: 26€ del menú más 20€ de la botella de vino.
Ubicación:
Pinta de escándalo, ahí tengo que ir, ¡pero ya!