Sin duda, D’Stage es uno de los mejores restaurantes de Madrid. Que además cada día va a más. Esta es nuestra segunda visita. De la primera salimos encantados. De la última totalmente rendidos a sus pies.
Un local de aspecto industrial realmente chulo. Un servicio joven, profesional y muy atento. Y por encima de todo, un menú degustación que es un puro viaje de placer. A destacar lo bueno que nos estuvo todo y la presentación y servicio tan original de todo. Y eso que elegimos el menú más corto de los tres que tienen actualmente.

No me enrollo más. Os cuento lo bien qué comimos con su menú corto DTASTE (12 pasos).
Aaaarrancamos con un aperitivo muy sabroso. Su boquerón presumido. Un boquerón rebozado sobre alga. Presentado sobre bandeja de espejo.

México lindo. Calavera total. Un jugo de tomate michelado con un pequeño snack suave y bueno.


Tomate con garum. Un plato que viene de los mismísimos romanos. Un preparado de pescado que acompañan de tomates marinados. Muy buen contraste. Todo servido sobre una cerámica congelada. Otro plato llamativo y sabroso.


Tuétanos de ciervo asados con navajas en escabeche. El túetano está de moda y en D’Stage siempre van un paso por delante. Estos tuétanos de ciervo son más suaves que los de vaca. La navaja le da su toque pero pasa un pelín desapercibida. Otra vez con una puesta en escena genial.


Cigala con ajo y kombu. Aquí la cosa se pone más seria. Una cigala con una tempura muy especial. Un bocado delicioso que te dejará con muchas ganas de repetir.


Morcilla de Beasain, puerro joven y ceniza. Aquí es donde uno empieza a jugar. El plato lo presentan con la morcilla en trozos. Al echar el caldo, te van a pedir que lo vayas agitando suavemente para que deshaga. Con esto te quedará la mezcla que veis en la foto. La morcilla esta buenísima. Y el plato queda con un toque ahumado estupendo.

Crispy Pork bun. Éste fue uno de los platos más sabroso de toda la noche. Un panecillo bun buenísimo que hay que mojar en un guiso de cerdo. Una vez empapado, lo rebozamos sobre una cortezas de cerdo cortada en pequeños dados. Está de muerte.

Salmonete curado en salmuera de cebolla roja fermentada. Y del más potente al más elegante. Una delicia de pescado.

Y con este plato finiquita el menú antes de los postres. El cordero con cogollo, kombu y piparra. Un guiso que presentan en capas. Lo rematan con la piel del cordero crujiente en el que, no se aprecia muy bien, pero han estampado el nobre de D’Stage. Super jugoso y muy bueno.



Comenzamos con los dos postres que incluye el menú degustación corto. El primero es un super-refrescante polo de sandia y remolacha fermentada. Con la mezcla del sabor de la remolacha queda realmente curioso y bueno. Lo sirven sobre un cubo de hielo macizo. Más frío no puede estar.
Y por último, un postre realmente espectacular. El algodón de maíz con panchineta de zanahoria. Aquí hay que utilizar el algodón para coger la panchineta. Ya os digo que tanto el algodón como la panchineta están realmente buenos.


Con el postre anterior, pone un broche de oro a una cena con todas las de la ley. Tiene dos estrellas Michelin pero eso es lo de menos. Hay sitios que también las tienen y después de haberlos visitado no pienso volver. Como os decía, para nosotros D’Stage es de los mejores restaurantes de Madrid. No se puede ir todos los días pero si te puedes permitir una cena de 100€ por persona, mejor gastados que en D’Stage no se me ocurre ningún sitio.
Accesible: Lo único que le falla. Tiene un escalón para entrar y el baño se encuentra en la planta de abajo.
Precio: El menú más corto son 90€ por persona. Veis que para cenar es más que suficiente. Con esto, la bebida (aperitivos y botella de cava) y el café sales a unos 110€ por persona.