En las afueras de Murcia se encuentra La Cabaña de La Finca Buenavista. Un restaurante que concentra todo lo bueno de la región y le saca el máximo partido. Y esto no se limita a una materia prima excepcional, sino que el entorno, decoración, vajilla y servicio van a la par y han conseguido un restaurante completísimo y de máximo nivel.
Todo esto lo dirige la mano de Pablo González, el cual es omnipresente durante la comida, con el objetivo de constatar en primera persona las reacciones y sensaciones de los clientes. Nos contó que su público es casi exclusivamebte gente de Murcia y es que el restaurante cierra el fin de semana. Debido a que su cocina es de mercado pero con un alto componente de creatividad, el hecho de que los clientes sean asiduos, le supone la obligación de renovar platos y aperitivos con realmente poca frecuencia.
Centrándonos en lo que te vas a encontrar si tienes la suerte de visitar este restaurante, pues lo primero decir que el sitio te va a sorprender nada mas salir del coche. Se encuentra ubicado en las afueras de Murcia, 10 minutos en coche desde el centro, dentro de la Finca Buenavista. Es un entorno muy cuidado ya que es uno de los mejores sitios de Murcia para celebrar bodas.


Y vamos a empezar con el menú porque cómo vais a ver es extenso y espectacular. Hay que destacar que nosotros nos decidimos por el menú degustación (65€ por persona) pero la carta me pareció realmente asequible para la categoría del sitio. Aperitivos y entradas en torno a 10 €, guisos y arroces del día por unos 12€ y después platos que como mucho alcanzan los 35€. La carta de vinos también es extensa y con gran variedad de vinos internacionales.
Mientras tomaba un vermut Perucchi, jamás lo había probado y está genial, llego el primer aperitivo que ya nos dejó con la boca abierta. Y así hasta el final de la comida. El nombre es La Cala del Pino de La Manga. La presentación es increible. Del plato lo comestible es un sandwich de cosmopolitan gelatinizado y un mejillón con verduras en escabeche.

De ahí pasamos a otro aperitivo original: De pesca en el Polo. Totalmente «interactivo» porque hay que enrollar la caña para recoger la ganancia. La pesca en sí es salmón marinado con wasabi, acompañado de cebolla caramelizada y con un cubito de sake con naranja. Curioso como poco.

El servicio de pan también es de categoría. Acompañado con aceite de La Rioja. Las fotos hablan por si solas.

Y no veo el momento de presentaros el siguiente plato. La nevera en la mesa de La Cabaña. Muestra perfectamente la línea de innovación y ganas de sorprender de este restaurante. Como podéis ver en la siguiente foto, sirven una nevera por persona con varios entrantes. Al abrir la nevera, sale el humo que consiguen con carbónico y… te dan ganas de aplaudir. Y eso que todavía no has probado bocado.

Os enumero los aperitivos que contiene la nevera empezando por la balda de arriba. El platillo cubierto es una tortilla de patatas poco hecha y bien sabrosa. Después pasamos a un bocatín de queso con jamón, genial. Y al fondo, casi no se ve en la foto, toda una exquisitez. Bola de crema de queso Murcia al vino, con envolvente de vino Monastrell. Una delicia.
En la siguiente balda nos encontramos un nabo relleno con un guiso de bacalao y después la lata de base de ensaladilla con caviar de anchoas. Este último aperitivo es muy sabroso y de los que más nos gustó.
Y en la última balda, las mini pizzas de La Cabaña. Una de jamón y la otra de cebolla. Ésta última buenísima! La masa es una lámina crujiente y el sabor es realmente bueno.

Cómo resumen de la nevera, que merece una reseña sólo para ella, decir que los aperitivos no sólo entran por los ojos sino que están realmente buenos. Todos son unos bocados extraordinarios.
Pero esto no ha acabado aquí, ahora llega el último aperitivo con un lujo de presentación. Es el caldero con arroz salvaje. Toda una oda al plato murciano. En la foto podéis alucinar con la presentación. En un cubo metálico con su logo y de donde el caldero coge temperatura a partir de la llama de una vela. Este me pareció muy original pero en cuanto a sabor, el aperitivo en sí no me pareció del nivel de los anteriores. Esta bueno pero es que la nevera nos dejó alucinados.

Aunque no os lo creáis, lo que hemos contado hasta ahora sólo son los aperitivos. Ahora comenzamos con los entrantes. El primero, carpaccio de quisquilla con un alioli de mango. Brutal. La quisquilla era de un sabor bueno y potente y además de buen calibre y el alioli de mango le iba como anillo al dedo. Además, lo acompañaban de un guiso que le daba un golpe más de intensidad. El plato se divide en las quisquillas enteras en la «plataforma arácnida» de arriba y por otro lado la parte del plato donde están laminadas y mezcladas con el alioli.

Siguiendo con el menú, el siguiente entrante fue uno de los platos que más me gustaron. Las verduras a la parrilla sobre crema de… creo que ñoras. En la foto podéis ver la gran variedad de verduras que forman el plato. Calabaza, endivia, zanahoria, judias verdes… incluso un par de palomitas. Todo realmente bueno y un plato natural a más no poder y sobre todo que promociona el producto de la comarca. La presentación, como el resto de los platos, cuidada y genial. La crema muy buena, con bastante ñora que hace buen contraste con las verduras.

Hasta este momento estuve bebiendo Sortius de 2007, puro syrah de Bullas, bien afrutado y bueno de Bodegas Contreras. Con la entrada de los principales pasamos a Juan Gil de Jumilla. Poderoso de verdad.
Y continuamos con el carrusel de platazos. El siguiente, Otoño en el plato. Una cama de puré de champiñones con cous cous, trompetillas amarillas y codorniz confitada. Ésta es una delicia y al confitarla consiguen que se la carne esté jugosa y se desprenda del hueso sin esfuerzo. Plato genial que lo culmina con un huevo de codorniz que podéis ver a la izquierda.

Y después de este último, ya pasamos al pescado. Lubina del Mar Menor al horno con caracoles. El pescado suave y los caracoles guisados sabrosísimos. Un plato arriesgado pero muy bueno. Y la cantidad justa, porque llegado este momento y la cantidad de cosas buenas que te has comido, uno empieza a estar medio lleno.

Y llegó la carne. Lomo de Kobe con sal de carbón. Con la edad, me estoy volviendo un poquito talibán respecto a que comamos productos de nuestra tierra, que son estupendos, los producimos nosotros y están las cosas como para importar lo menos posible. Y cuando oí lo de buey de Kobe… pues la verdad es que prefería haber oído ternera gallega pero… madre mía que bueno estaba. Espectacular! Tierno y con un sabor contundente. Riquísimo.
Y cuando decimos que en La Cabaña no falta detalle es porque no se dejan un vuelco sin dar. Tras la carne, el carrito de quesos. El prepostre ideal. A destacar un Stilton cubierto con arándanos. Acompañado con pan de cristal y con una copita de vino dulce. Así da gusto.
Y por último el postre. El primero era una espuma de caqui con frutas de temporada. Ligero y muy sabroso. Acabarte el plato después de todo el menú que te acabas de tomar es señal de que está muy bueno.
Y el último plato, unos bombones de piña colada con chocolate blanco. O algo así. Porque a estas alturas de la comida ya estábamos para retener poco!
Y por si nos habíamos olvidado de los «aparejos» que les hace el herrero, llegaron los petit fours. Jamás he visto cosa igual. Murcia es especial.
Conclusión, yo creo que no es necesaria. Creo que este sitio tiene una estrella Michelin pero pocas son. Como decimos en el título, tanto el entorno, la cocina y el servicio es de máximo nivel. Y además a un precio que me parece muy ajustado. Los detalles en vajilla y cubertería son de nivelón.
Precio: 80€ por persona
web: http://www.restaurantelacabana.com/
Bueno Miguel Angel, le acabo de enseñar esta entrada a la Sra. Sibaritas y está tratando de organizarme un viaje a Murcia =)
Le ha encantado
Un sitiazo!! Yo vuelvo este verano seguro. Si vais a ir, tened en cuenta que cierran los fines de semana.
Si estáis organizando una visita a Murcia, entrad en el blog Chupa La Gamba que está genial. Y apuntaros también el Restaurante Tiquismiquis que es una visita obligada. Si necesitais más info, decidme y os comento.
Hay que informarse primero…
La carne no puede ser Kobe, será Wagyū, y desde hace bastante que se cría también es España.
Muchas gracias por la aclaración! ! Apuntado queda y la próxima vez estaremos más atentos. Aunq no puede ser excusa… a medida que pasa la comida nos es más difícil quedarnos con los detalles.