Ya estamos en pleno verano y nuestro subconsciente sólo piensa en volver a la playa. Así que hoy os traemos una recomendación muy veraniega. El Rubio 360 en Lo Pagan (Murcia). Un sitiazo como la copa de un pino que tenéis que visitar si estáis por la zona.
Para el que no lo conozca Lo Pagan, pertenece a San Pedro del Pinatar. Que es de los últimos pueblos que te encuentras entre Murcia y Alicante. En esta zona tienes sitiazos de los que ya os hemos hablado como Venezuela o Juan Mari.
Pero ¿Qué te vas a encontrar en El Rubio 360? Pues lo primero un localazo con varias alturas, situado a pie del Mar Menor y muy bien acondicionado. Siempre hasta arriba pero muy bien gestionado. Camareros eficientes y con muchos galones. Es de los sitios más populares para comidas en grupo.
A la hora de comer no hay que complicarse. Todo tiene muy buena pinta pero aquí a lo que se viene es a comer arroz. Que está delicioso. Os dejamos una la foto de la carta de entrantes para que veais que hay variedad de sobra.
El Rubio 360 – Carta
Y como estamos en Murcia, no podemos arrancar una comida sin antes tomar unas excelentes marineras.
El Rubio 360 – Marineras
Nosotros fuimos con unos clientes asiduos que no dudaron en pedir su tartar de atún y el ceviche de corvina. Platos muy muy frescos y recomendables.
El Rubio 360 – Tartar de atún y aguacateEl Rubio 360 – Ceviche de corvina
Pero como os decíamos al principio, aquí el plato estrella es el arroz. Un arroz marinero sabroso y en su punto. Te aviso que vas a repetir.
El Rubio 360 – Arroz
De postre tienen una tarta helada de esas que no te da tiempo ni a echarle una foto. La gula te supera de lo buena que está.
Conclusión: Una visita obligada si están en verano a menos de 50 kms de Lo Pagan. Reserva con tiempo y disfruta de uno de esos sitios de los que te acuerdas cuando estás en pleno invierno.
El Restaurante Hispano es uno de los clásicos de Murcia. Y lo será siendo durante muchísimo tiempo gracias a que saben renovarse sin prisa pero sin pausa. Y es lo que te vas a encontrar nada más entrar por la puerta. Un local renovado hace un par de años y una carta en la que no falta ni un clasicazo de la gran cocina murciana.
Así que arrancamos con lo que disfrutamos en nuestra última visita.
Marineras y aperitivos. Donde vayas en Murcia, no se puede empezar de otra manera que no sea con una marinera.
Restaurante Hispano – Marineras y aperitivos
Buñuelos de bacalao. Riquísimo. Un bocado sabroso que no puedes dejar de probar.
Restaurante Hispano – Buñuelos de bacalao
Sashimi de salmón. Con soja y sal de San Pedro del Pinatar. Un plato que se sale de lo tradicional pero que también está muy bueno. Aquí la materia prima se cuida muchísimo.
Restaurante Hispano – Sashimi de salmón con soja y sal de San Pedro del Pinatar
Ensalada murciana. Ésta es una ensalada murciana un pelín diferente a las más tradicionales. Está buenísima. Con un aceite y un tomate de categoría.
El Hispano – Ensalada murciana
Mero con pisto. Sensacional. Aquí ya nos ponemos más serios. Un platazo estupendo. El mero jugoso y sabroso. Acompañado de un pisto que es una pasada.
Restaurante Hispano – Mero
Manitas de cerdo gratinadas con jamón de Jabugo. Todavía se me saltan las lagrimas. Qué cosa más rica. Me lo recomendó expresamente el cocinero y fue todo un acierto. Plato contundente que te va a dejar satisfecho para un par de días.
Restaurante Hispano – Manitas de cerdo gratinadas con Jabugo
Carro de postres. Fieles a la tradición, los postres se presentan en carro. Nosotros probamos un merengue de 10.
Restaurante Hispano – Carro de postres
Restaurante Hispano – Soufflé
Precio: Unos 45€ por persona. Muy bien pagados.
Accesible: Totalmente accesible. Rampa en la entrada, ni un escalón en el local y baño habilitado. Chapó.
Aquí os traemos un post de un restaurante por el que merece la pena darse el viaje hasta el Valle del Ricote y pasarse el fin de semana entero. Y más, en estas fechas primaverales. Antes de que el calor apriete de verdad, que en esta zona se despacha a gusto.
Como os decimos, este restaurante tiene una oferta realmente variada. En la carta se pueden encontrar desde una gran variedad de canapés originales (Sorditos, Noches de Moscú, Julen Guerrero, etc.) hasta la cocina más tradicional como los callos con garbanzos o el cocido con pelota, sin olvidar otros manjares como los asados, la chuleta de vaca, el gazpacho manchego de caza menor y lo que probamos en nuestra última visita, las gachas. Os recomiendo visitar su web www.elsordo.es en la que os podéis hacer una idea de la gran oferta gastronómica que abarca este restaurante.
Y tan polífacética como su carta es su local. Tienes barra, tienda y varios salones. La zona de barra es pequeña pero si no sois muchos os podéis apañas. El salón sí que es muy amplio y con capacidad para bastante gente. Es elegante y está muy bien atendido.
El sordo – Sala
Sin mas, os contamos nuestra última visita. Comenzamos con una buena cerveza, Estrella de Levante o A.K. Damm, acompañada de unas aceitunas autóctonas. De estas aceitunas te puedes llevar a casa una buena ración. Si os interesa, preguntadles porque os las preparan envasadas al vacío.
El Sordo – Aceitunas
Y de ahí a la primera ronda de canapés. Empezamos con unas pateras murcianas. Un canapé con base de fritada y sardina en aceite muy bueno. La fritada es sensacional. Yo incluso le quitaba la sardina. El Sordo – Pateras murcianas
A la par, nos sacaron los Julen Guerrero. Su conocido canapé en pan de molde tostado con sardina ahumada sobre una crema de aceitunas estupenda. Es uno de los clásicos del restaurante y para mí uno de los canapés imprescindibles si les haces una visita. El Sordo – Julen Guerrero
Como novedad probamos las berenjenas baby aliñadas. El aliño es para amantes y buenos tolerantes del picante. Pero vamos que superado el trance del picante, las berenjenas baby son estupendas. Tiernas y jugosas. El Sordo – Berenenas Baby
El siguiente canapé son los sorditos. Otro de sus canapés estrella. Un canapé de solomillo de cerdo con una salsa estupenda. La verdad es que tengo que averiguar de qué es porque me tiene intrigadísimo. Pero lo dicho, que está buena a rabiar. El Sordo – Julen Guerrero
Y como última tapa, una de las novedades de este año, el guacamole con salmón coagulado. Una mezcla original y estupenda. El salmón coagulado es parecido al marinado, o sea que está mediocrudo, pero en ningún momento destaca un punto de sal, azucar o eneldo. Sabor definido de salmón que al mezclarlo con un fantástico guacamole hacen una tapa sofisticada, elegante y realmente sabrosa. El Sordo – Guacamole con Salmón
Y de las tapas pasamos a un plato tradicional donde los haya que en El Sordo hacen de manera magistral. Son las gachas en las que ellos utilizan unos ajos tiernos excelentes. De verdad que merecen la pena y junto con el gazpacho de caza menor es de lo más espectacular que he probado en El Sordo. El Sordo – Gachas
El sordo – Gachas 2
Y de lo que también tenéis buen surtido es de postres. La tarta de tres chocolates es de lo más demandado pero yo me quedo con estas natillazas a la vieja usanza que están entre buenas y mejor. Bien generosas de canela. El Sordo – Natillas
Os dejamos algunas fotos más de nuestras anteriores visitas. La primera es de otra de las joyas de la corona del rey Sordo, el gazpacho de caza menor. Con sus caracoles. Un guisazo que es una maravilla. La segunda foto es de otro de sus canapés más populares que son las noches de Moscú. Una ensalada de remolacha también estupenda.
El Sordo Gazpacho de caza menor
El Sordo – Noches de Moscú
Precio: Este día salimos a unos 20€ por persona. Pero el ticket medio con vino ronda los 30-35€.
Que alegría da llegar a Murcia y seguir sorprendiéndose con los bares y restaurantes buenos que tiene esta ciudad. En nuestra última visita teníamos claro que esta vez teníamos que ir a Tiquismiquis sobre todo después de ver el reportaje de Chupa La Gamba (CLG) un blog que hay que empollarse si vais a Murcia.
Este sitio está puesto a lo grande. Gran barra, decoración muy cuidada, mesas para parejas pero también unas mesas altas para grupos que están genial. Informal pero muy elegante. Y todo en un local muy animado y luminoso. En su web y en su facebook tenéis fotos del local y, lo que es más importante, toda la información de la carta.
Carta de sushis
Empezamos probando el gunkan de dorada del Mar Menor con salsa Ponzu y el niguiri de mujol. Muy buenos los dos y al ser pequeñas porciones no hace falta decirse por uno u otro. Pídanse los dos que les van a gustar.
Niguiri de mujol (izquierda) y gunkan de dorada
De ahí pasamos al pulpo al horno. Muy bueno. Tierno y jugoso. El pulpo al horno es de los platos que más me gustan. En el pueblo de mi mujer, Abarán, en El Travolta lo ponen de lujo.
Pulpo al horno
El siguiente plato fue el que llaman Huevo de Inspiración. Excelente de verdad. Una delicia el huevo y con el puré con los boletus. Toda una mezcla de sabores definidos y exquisitos. Si visitan Tiquismiquis, es obligatorio probar este plato.
Huevo de inspiración en tiquismiquis. Obligatorio.
Y el carrusel de cosas buenas siguió con el meloso de gazpacho yecloso con setas y aceite de trufa. Es decir, un gazpacho manchego de máximo nivel. Ligero y sabroso. Compartió protagonismo con uno de los panes de lujo que tienen. Nos recomendaron el de Ensalada de ventresca casera con brotes verdes y mayonesa de pimientos asados. También de maravilla y como podéis ver, una buena ración.
Gazpacho manchego meloso
Ensalada de ventresca casera con brotes y mayonesa de pimiento sobre pan de lujo
Conclusión, un sitiazo en Murcia que lo tiene todo para ser un éxito por muuucho tiempo. Local llamativo y cocina que mezcla innovación y tradición para que nadie se aburra. Precio: 18€ por persona Web: http://www.tiquismiquis.net Facebook: https://www.facebook.com/Tiquismiquisgastrobar Twitter: @tiquismiquis_es
En las afueras de Murcia se encuentra La Cabaña de La Finca Buenavista. Un restaurante que concentra todo lo bueno de la región y le saca el máximo partido. Y esto no se limita a una materia prima excepcional, sino que el entorno, decoración, vajilla y servicio van a la par y han conseguido un restaurante completísimo y de máximo nivel.
Todo esto lo dirige la mano de Pablo González, el cual es omnipresente durante la comida, con el objetivo de constatar en primera persona las reacciones y sensaciones de los clientes. Nos contó que su público es casi exclusivamebte gente de Murcia y es que el restaurante cierra el fin de semana. Debido a que su cocina es de mercado pero con un alto componente de creatividad, el hecho de que los clientes sean asiduos, le supone la obligación de renovar platos y aperitivos con realmente poca frecuencia.
Centrándonos en lo que te vas a encontrar si tienes la suerte de visitar este restaurante, pues lo primero decir que el sitio te va a sorprender nada mas salir del coche. Se encuentra ubicado en las afueras de Murcia, 10 minutos en coche desde el centro, dentro de la Finca Buenavista. Es un entorno muy cuidado ya que es uno de los mejores sitios de Murcia para celebrar bodas.
Entrada a La Cabaña. Foto del establecimiento.
Exteriores desde la sala de La Cabaña
Y vamos a empezar con el menú porque cómo vais a ver es extenso y espectacular. Hay que destacar que nosotros nos decidimos por el menú degustación (65€ por persona) pero la carta me pareció realmente asequible para la categoría del sitio. Aperitivos y entradas en torno a 10 €, guisos y arroces del día por unos 12€ y después platos que como mucho alcanzan los 35€. La carta de vinos también es extensa y con gran variedad de vinos internacionales.
Mientras tomaba un vermut Perucchi, jamás lo había probado y está genial, llego el primer aperitivo que ya nos dejó con la boca abierta. Y así hasta el final de la comida. El nombre es La Cala del Pino de La Manga. La presentación es increible. Del plato lo comestible es un sandwich de cosmopolitan gelatinizado y un mejillón con verduras en escabeche.
La cala del mar menor
De ahí pasamos a otro aperitivo original: De pesca en el Polo. Totalmente «interactivo» porque hay que enrollar la caña para recoger la ganancia. La pesca en sí es salmón marinado con wasabi, acompañado de cebolla caramelizada y con un cubito de sake con naranja. Curioso como poco.
Pesca en el Polo em La Cabaña.
El servicio de pan también es de categoría. Acompañado con aceite de La Rioja. Las fotos hablan por si solas.
Servicio de pan y aceite en La Cabaña
Y no veo el momento de presentaros el siguiente plato. La nevera en la mesa de La Cabaña. Muestra perfectamente la línea de innovación y ganas de sorprender de este restaurante. Como podéis ver en la siguiente foto, sirven una nevera por persona con varios entrantes. Al abrir la nevera, sale el humo que consiguen con carbónico y… te dan ganas de aplaudir. Y eso que todavía no has probado bocado.
La nevera en la mesa. La Cabaña
Os enumero los aperitivos que contiene la nevera empezando por la balda de arriba. El platillo cubierto es una tortilla de patatas poco hecha y bien sabrosa. Después pasamos a un bocatín de queso con jamón, genial. Y al fondo, casi no se ve en la foto, toda una exquisitez. Bola de crema de queso Murcia al vino, con envolvente de vino Monastrell. Una delicia.
En la siguiente balda nos encontramos un nabo relleno con un guiso de bacalao y después la lata de base de ensaladilla con caviar de anchoas. Este último aperitivo es muy sabroso y de los que más nos gustó. Ensaladilla rusa con caviar de anchoas. Genial.
Y en la última balda, las mini pizzas de La Cabaña. Una de jamón y la otra de cebolla. Ésta última buenísima! La masa es una lámina crujiente y el sabor es realmente bueno.
Mini pizza de La Cabaña
Cómo resumen de la nevera, que merece una reseña sólo para ella, decir que los aperitivos no sólo entran por los ojos sino que están realmente buenos. Todos son unos bocados extraordinarios.
Pero esto no ha acabado aquí, ahora llega el último aperitivo con un lujo de presentación. Es el caldero con arroz salvaje. Toda una oda al plato murciano. En la foto podéis alucinar con la presentación. En un cubo metálico con su logo y de donde el caldero coge temperatura a partir de la llama de una vela. Este me pareció muy original pero en cuanto a sabor, el aperitivo en sí no me pareció del nivel de los anteriores. Esta bueno pero es que la nevera nos dejó alucinados.
Caldero murciano con arroz salvaje
Aunque no os lo creáis, lo que hemos contado hasta ahora sólo son los aperitivos. Ahora comenzamos con los entrantes. El primero, carpaccio de quisquilla con un alioli de mango. Brutal. La quisquilla era de un sabor bueno y potente y además de buen calibre y el alioli de mango le iba como anillo al dedo. Además, lo acompañaban de un guiso que le daba un golpe más de intensidad. El plato se divide en las quisquillas enteras en la «plataforma arácnida» de arriba y por otro lado la parte del plato donde están laminadas y mezcladas con el alioli.
Carpaccio de quisquilla con alioli de mango
Siguiendo con el menú, el siguiente entrante fue uno de los platos que más me gustaron. Las verduras a la parrilla sobre crema de… creo que ñoras. En la foto podéis ver la gran variedad de verduras que forman el plato. Calabaza, endivia, zanahoria, judias verdes… incluso un par de palomitas. Todo realmente bueno y un plato natural a más no poder y sobre todo que promociona el producto de la comarca. La presentación, como el resto de los platos, cuidada y genial. La crema muy buena, con bastante ñora que hace buen contraste con las verduras.
Verduras a la parrilla con crema de verduras
Hasta este momento estuve bebiendo Sortius de 2007, puro syrah de Bullas, bien afrutado y bueno de Bodegas Contreras. Con la entrada de los principales pasamos a Juan Gil de Jumilla. Poderoso de verdad.
Y continuamos con el carrusel de platazos. El siguiente, Otoño en el plato. Una cama de puré de champiñones con cous cous, trompetillas amarillas y codorniz confitada. Ésta es una delicia y al confitarla consiguen que se la carne esté jugosa y se desprenda del hueso sin esfuerzo. Plato genial que lo culmina con un huevo de codorniz que podéis ver a la izquierda.
Otoño en el plato
Y después de este último, ya pasamos al pescado. Lubina del Mar Menor al horno con caracoles. El pescado suave y los caracoles guisados sabrosísimos. Un plato arriesgado pero muy bueno. Y la cantidad justa, porque llegado este momento y la cantidad de cosas buenas que te has comido, uno empieza a estar medio lleno.
Lubina del Mar Menor con caracoles
Y llegó la carne. Lomo de Kobe con sal de carbón. Con la edad, me estoy volviendo un poquito talibán respecto a que comamos productos de nuestra tierra, que son estupendos, los producimos nosotros y están las cosas como para importar lo menos posible. Y cuando oí lo de buey de Kobe… pues la verdad es que prefería haber oído ternera gallega pero… madre mía que bueno estaba. Espectacular! Tierno y con un sabor contundente. Riquísimo. Lomo de Kobe con sal de carbón
Y cuando decimos que en La Cabaña no falta detalle es porque no se dejan un vuelco sin dar. Tras la carne, el carrito de quesos. El prepostre ideal. A destacar un Stilton cubierto con arándanos. Acompañado con pan de cristal y con una copita de vino dulce. Así da gusto. Tabla de quesos
Y por último el postre. El primero era una espuma de caqui con frutas de temporada. Ligero y muy sabroso. Acabarte el plato después de todo el menú que te acabas de tomar es señal de que está muy bueno. Espuma de caqui con frutas de temporada
Y el último plato, unos bombones de piña colada con chocolate blanco. O algo así. Porque a estas alturas de la comida ya estábamos para retener poco! Piña colada con chocolate blanco
Y por si nos habíamos olvidado de los «aparejos» que les hace el herrero, llegaron los petit fours. Jamás he visto cosa igual. Murcia es especial. Petit fours para todos
Conclusión, yo creo que no es necesaria. Creo que este sitio tiene una estrella Michelin pero pocas son. Como decimos en el título, tanto el entorno, la cocina y el servicio es de máximo nivel. Y además a un precio que me parece muy ajustado. Los detalles en vajilla y cubertería son de nivelón.