Sin lugar a dudas, de los mejores sitios que hemos conocido en 2022. Y sobre todo, porque con una sencillez aplastante, al levantarte de la mesa te das cuenta que has comido mejor que en mucho tiempo. Platos buenísimos en una carta que mezcla clasicazos como los filetes rusos con algún plato un poco más renovado. Pero nada extravagante.
El Lince está en Principe de Vergara. Un local con encanto, no muy ancho pero accesible. Y un servicio cercano y muy amable.
Empezamos con un par de tapas que salen para casi todas las mesas. El brioche de carrillera y la paloma de ensaladilla rusa. El brioche es pura potencia y la ensaladilla está buenísima y muy suave. Para empezar, está de maravilla.


Y a qué pasamos después? Pues a una ensalada de salmón y manzana, tan sencilla como rica, y a unos tacos de bacalao que está para quitarse el sombrero. Qué cosa más rica. Con un tomate casero en la base que le quedaba mejor que un traje. De verdad, los buñuelos hay que pedirlos. Podéis ver que el rebozado es fino fino. Una delicia.

Empezamos a subir la potencia con estas mollejitas de cordero. Acompañadas de judias verdes, espárrago y huevo que hacen un platazo en toda regla. Lo que veis es media ración. También a la lista de obligados.

Y acabamos con dos platos principales altísimamente recomendables. El primero son los filetes rusos. En mi caso, un viaje directo a mi infancia. Hace años eran mucho más comunes que ahora. Y tras volverlos a comer… no sé por qué. Me pasa lo mismo que con el higado de ternera.

Pasamos a la mejor foto gastronómica de 2022! Jejeje Y es que estos callos con pata y morro no se merecen menos. Ellos sólos justifican la visita. Están tremendamente buenos.

Conclusión: El Lince es de esos sitios que le puedes recomendar a todo el mundo. Para una comida / cena informal pero de la que van a salir encantados y con ganas de volver. Como nos pasó a nosotros. Y es que todo lo que probamos, nos encantó.